sábado, 9 de febrero de 2008

EL EXTRAÑO CASO DE LA APÁTRIDA OYIDIYA ODI


Oyidiya Oji, nacida hace 20 años en L'Hospitalet de Llobregat, es una de las esperanzas del atletismo español en la disciplina de velocidad, pero alcanzada esta edad está sufriendo un problema por el momento insalvable: no puede recoger las medallas que gana porque no dispone de pasaporte español.
Hace unos días, en Vilafranca del Penedes, volvió a ganar, como lo ha hecho casi siempre en los 200 metros, pero el máximo trofeo lo volvió a recoger la atleta clasificada en segundo lugar. Oyidiya, a pesar de estar acostumbrándose a este hecho, rompió a llorar por la impotencia contra la que no puede luchar. Sus competidoras, con las que ha crecido desde hace años, ya no saben qué cara poner cuando están en lo alto del podio.
Oyidiya Oji es catalana, de padre nigeriano y madre filipina, y cuando estudiaba en el instituto Sant Jaume, el principal equipo de la ciudad, L'Hospitalet Atletisme, hizo pruebas para captar a jóvenes valores. La actuación de la joven atleta sorprendió tanto que se integró de inmediato en el equipo de atletismo de la ciudad.
Desde entonces, sus actuaciones en los campeonatos catalán y español se han saldado con triunfos inapelables hasta el punto de erigirse en una seria promesa de cara al futuro.

Pero cuando alcanzó la edad de dieciocho años, a la joven le surgieron una serie de problemas burocráticos que han frenado su carrera y su ascenso en el atletismo. El padre de la joven, separado de la madre, decidió en su día que adquiriese la nacionalidad nigeriana, en lugar de la filipina. Desde entonces, Oyidiya Oji ha vivido siempre en L'Hospitalet, pero con pasaporte nigeriano y su tarjeta de residente en España.

Desde hace unos años, para tramitar la nacionalidad española es obligatoria la adquisición del certificado de penales, documento imprescindible para iniciar el proceso de nacionalización. Pero este punto se ha convertido para la joven atleta en una encrucijada en la que se encuentra atrapada, y ni la propia interesada ni el club ni la federación catalana encuentran salida.

La embajada de Nigeria en España no tramita este documento, como sí hace la mayoría de estos organismos, y ha emplazado a la atleta a que se desplace al país africano para que lo solicite en una comisaria de policía. La joven, que no habla el idioma (igbo) ni tiene relación con su padre, teme el viaje porque nunca ha estado en Nigeria, ni conoce a nadie y, especialmente, porque teme sufrir problemas para regresar a su casa.
“No sabría dónde ir. No he estado nunca en Nigeria. Me han dicho que podría tener problemas para salir”, ha señalado la joven atleta catalana, que el pasado 27 de enero cumplió 20 años.
Oyidiya Oji compite desde hace unos años con licencia federativa, pero lo hace como si fuese extranjera. Este hecho le privó el año pasado de subir a lo alto del podio en Zaragoza, durante los absolutos de España, a pesar de ganar su prueba, pero ahora ya ni puede correr las finales, ya que sólo puede competir fuera de concurso. Por tanto, no puede ganar un campeonato español porque no tiene ningún documento que lo acredite.
'Mis rivales comprenden la situación en la que me encuentro porque nos conocemos de toda la vida. Siento que me estoy perdiendo parte de mi carrera. Me esfuerzo todo lo que puedo. Lo de no recoger las medallas casi no me afecta. Seguiré corriendo', ha garantizado la joven atleta catalana, estudiante de segundo curso de administración y dirección de empresas en la Universidad de Barcelona (UB).

Su entrenador personal y director técnico del L'Hospitalet Atletisme, Armando Alvarez, muestra la misma frustración: 'Esta niña nació en la Creu Roja de L'Hospitalet hace veinte años y es catalana. Pero después de cumplir los dieciocho años, ha dejado de ser considerada como 'cantera' y ahora no puede recibir el reconocimiento que merece porque no tiene el pasaporte español'.
Ella no tiene ninguna relación con Nigeria. Ni tan siquiera sabríamos dónde tiene que ir. No veo que sea tan difícil que un juez entienda que debe ser en España donde se le extienda el certificado de penales; porque ella es de aquí', añadió su preparador.
“Vemos cómo cada día hay futbolistas que consiguen la nacionalidad en tiempo récord y, en cambio, ella, que es catalana, no puede ni recoger las medallas que gana. Esto es una tortura. La gente se indigna cuando ve que ha ganado y no sube al podio', dijo Armando Álvarez, algo contrariado.
Por su parte, la Federación Catalana de Atletismo (FCA) desconocía que una de sus puntales tuviese encallada la nacionalidad en un punto que no avanza. Su gerente, Jordi Estruch, ha reconocido que en su día ya ayudaron a la atleta, de origen humilde, aunque ha garantizado que intentarán implicarse más en solventar un problema, que no es nuevo en la FCA.