lunes, 11 de mayo de 2009

"El agua es mi hábitat, fuera de ella me siento más débil"


ENRIQUE YUNTA| MADRID

Está ya «bastante cansadito» de que le hablen de Michael Phelps. «Yo soy Rafa Muñoz, nada del Phelps cordobés», reivindica con cierto tono molesto. «O en su defecto soy el 'Chacho', que es como siempre me han llamado mis amigos -de muchacho-». Resulta inevitable, sin embargo, que se le compare con el deportista olímpico más laureado de la historia porque, resultados en mano, nada más rápido que él en los 50 metros mariposa. Bueno, de hecho es el hombre más rápido del mundo en esa disciplina (22 segundos y 43 centésimas) después del récord que estableció el pasado 5 de abril en Málaga.
Con 21 años, el 'Chacho' quiere quedarse en la elite y se deja el alma cada día en el 'Cercle des Nageurs' de Marsella, ciudad a la que se trasladó después de una actuación algo decepcionante en los Juegos de Pekín. «Necesitaba un cambio urgente», admite aliviado 'L'Espagnol', que es como se le llama en su centro de trabajo.
-¿Cómo se lleva el ser mediático de golpe y porrazo?
-Pues estoy bastante atareado, pero entiendo la repercusión que tiene para ustedes. Es un récord del mundo, ¿eh?

-¿Cuánta gente le ha llamado estos días?
-Es imposible que lo sepa, imposible. El día que logré el récord, sólo por la tarde recibí 123 llamadas, una locura.

-¿Cuántas contestó?
-Ninguna, no contesté a nadie ese día. Prefería estar tranquilo y asimilar lo que había logrado, no me lo creía.

-¿Y ya lo ha asimilado?
-Bufff... Cuesta darse cuenta, la verdad que no me lo esperaba, no pensaba que llegaría hasta aquí.

-Su nombre ya queda para toda la vida. ¿Cómo quiere que se recuerde a Rafa Muñoz?
-Soy un cordobés que ha hecho un récord del mundo en natación, pero quiero que se me reconozca por la persona que fui. Soy humilde, alegre, extrovertido, amigable, familiar... Es más importante el Rafa Muñoz persona que el nadador.

-¿Y cómo un cordobés puede nadar tan rápido?
-Importa poco el sitio, también tenemos otros récords del mundo y son catalanes (Mireia Belmonte y Aschwin Wildeboer)

-¿Por qué el agua?
-Me encanta, es mi hábitat natural. Desde siempre me ha gustado. Ahí soy yo mismo y me siento seguro. No puedo pasar mucho tiempo fuera de ella, la necesito. Me siento mejor dentro que fuera, es una distracción necesaria. No sé, cuando no estoy en el agua me siento como más débil, menos fuerte.

-¿Cómo empieza en esto?
-A ver, cuando era un niño yo acababa de entrenarme y estaba rendido, no podía abrir la boca, ni siquiera tenía fuerzas para comer. Mi madre vio que me cansaba y que no daba la lata en casa y ahí que me apuntó.

-¿Era un niño incordio?
-Casi hiperactivo, todavía lo soy ahora. Soy muy nervioso, no me puedo estar quieto ni un segundo. -Le será imposible ver una película de más de hora y media en el cine...

-Pues eso todavía porque me gusta el cine y ver películas, pero estar sentado es imposible, no puedo. No estudiaba porque no paraba de moverme, de ahí que fuera muy perro con los estudios.

-¿Hasta dónde llegó?
-Hasta 4º de ESO.

-Volviendo a ese niño, un chaval quiere ser Casillas o Ronaldo, no nadador.
-Ya, pero a mí me gustaba el agua. Muchos niños empiezan por problemas varios, ya sea de espalda, de atención... Yo empecé por mi inquietud y aquí me instalé.
«Mi ídolo era Popov»

-¿A quién imitaba? ¿Quién se pedía ser en el patio?
-Quería ser yo mismo, Rafa Muñoz. Mi ídolo de pequeño era Alexander Popov. Me gustaba de él su potencia física, su técnica, su espíritu ganador. Era humilde, fácil, sencillo como lo soy yo.

-¿Le conoce? Es muy frío en las distancias cortas.
-Será que es ruso... Le vi en Melbourne y le di la mano, pero no he hablado con él.

-¿Le gustan otros deportes?
-Me gusta el submarinismo y la bicicleta de montaña. Alguna que otra caída tuve... Recuerdo que me luxé el acromio cuatro días antes de mi primera concentración, un desastre.

-¿Cuándo vio que podía ser alguien?
-Cuando me fui de casa me di cuenta. Tenía 16 años y me fui de Madrid. Pasé un año en la capital, luego dos en Barcelona y ahora estoy en Marsella con 21 años.

-¿Uno nota la velocidad en el agua? ¿Asusta?
-Me gusta la velocidad, me encanta. Y para todo en la vida, siempre voy rápido. Soy de los que quieren comprarse una moto gorda, una Harley. Me chiflan, me gusta el ruido, es una moto clásica. No es la más veloz, pero es una leyenda.

-¿Tiene escondites para evadirse?
-Me encanta ir a la playa, me gusta estar en el mar. Es mi lugar preferido para pasar unas vacaciones.

-¿Solo o acompañado?
-Soy muy sociable, tengo amigos por todos lados y siempre intento estar con ellos. En el fisio sí paso mucho tiempo solo, es el único lugar en el que nadie me acompaña.

-¿Por qué mariposa?
-No es por nada de mariposón, ¿eh? La verdad es que me gusta, es la disciplina en la que más disfruto y mejor se me da. Empecé con el estilo libre, pero me cambié. Es un estilo complicado, con mucha coordinación. Es peculiar, no se puede nadar despacio y cómodo a mariposa, sólo puedes ir rápido.

-¿Servirá su récord para popularizar la natación en España?
-Ojalá, pero es muy muy muy difícil. Me da un poco de rabia, pero poco más puedo hacer.

-Algo sí podrán hacer los nadadores y los dirigentes, ¿no?
-Nos falta muchísima publicidad, muchísima. Salimos cada cuatro años en los Juegos y cuando hay algún récord. Para hacernos una idea, mi récord fue sin televisión, no había ni una en la piscina. Es así de triste.

-¿Por qué se fue a Marsella?
-Me habían aconsejado que era un buen sitio, que tenían buenas instalaciones y un equipo potente. Ahí se trabaja mucho la velocidad y después de China me decidí. Ha sido la mejor decisión que he podido tomar. Estaba estancado psicológicamente y allí estoy en un ambiente de gente que entiende. Allí he mejorado mucho mi brazada y tengo apoyos importantes como el de Romain Barnier, mi técnico actual. A los diez segundos de conocerme me dijo que iba a ser recordman del mundo.

-¿Está feliz?
-En España tienes que pedir permiso para cualquier cosa, vives como en una pequeña ciudad, como si estuvieras reclutado. Me he ido a entrenar donde quería, en Marsella vivo en un piso, salgo y entro cuando quiero, y eso no quita que entrene seis horas al día.

-¿Cuánto nada al día?
-Ahora menos, trabajo más fuera del agua y he ganado siete kilos de músculo con las pesas. Pero nado cerca de 12 kilómetros.

-Acaba la entrevista y no le he hablado de Phelps.
-Pues mejor.
-
¿Le molesta que le comparen con él?
-No me gusta, yo soy Rafa Muñoz y él es Michael Phelps. A mi me llaman 'Chacho' o 'Balilla'.

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