miércoles, 11 de noviembre de 2009

La magia del Maratón de Nueva York


Ángel Cruz

Dicen que Nueva York es la capital del mundo cuando en realidad la capital del mundo es Washington, hoy por hoy, y vaya usted a saber qué ciudad lo será en el futuro. New York es New York, pero en el Despacho Oval de la Casa Blanca se cuecen, fríen y aliñan las grandes decisiones políticas. Las que afectan a los estadounidenses, al resto de los americanos, a los europeos, a los asiáticos, a los africanos, a los oceánicos y a los que viven en Villateempujo de Abajo, entre muchos otros.
Y dicen que la meca del maratón está Nueva York, como la meca de los creyentes musulmanes está... en la Meca. Y la de los creyentes cristianos y judios en Jerusalén. New York es New York, pero los récords de los 42.195 metros se baten en Berlín, Londres o Chicago. ¿Por qué despierta Nueva York esta fascinación? Porque fue el primero de los grandes maratones multitudinarios, porque allí se descubrió que correr esa distancia inmensa podría estar al alcance de todos, o casi todos; porque Estados Unidos amplifica cualquier cosa que se haga, buena, mala o regular; porque esa imagen de miles y miles de corredores sobre el puente Verrazzano Narrows se espejea en miles de periódicos y en miles de informativos televisivos... Porque New York es New York. Porque sus atletas punteros no baten récords mundiales, pero la carrera tiene el récord mundial de participación.
Escribo un par de horas después de que haya terminado la prueba. Ganó el estadounidense nacido en Eritrea Meb Keflezighi, primer chico triunfador con las barras y las estrellas, después de 27 años... aunque África, siempre África, sea su cuna. ¿Y la marca? 2h 09:15. Nada del otro jueves. Sólo dos hombres bajaron de 2h 10:00 y el décimo se fue ya a 2h 14:39. Flojo. En mujeres ganó la etíope Derartu Tulu, con 2h 28:52. Nada que asuste, tampoco. Únicamente cuatro atletas rompieron la barrera de las dos horas y media y sólo 53 de las tres horas. Keflezighi y Tulu, dos espléndidos atletas y dos buenos ganadores, sin duda, pero ninguno de ellos es un mito, ni mucho menos, aunque los aficionados sepamos preciar su calidad. Pero todo el mundo hablará hoy y mañana del Maratón de Nueva York. Y no por las marcas, ni siquiera por el gran nivel medio de sus participantes, y tampoco porque habrán tomado la salida cerca de 40.000 personas.
La Ciudad de las Rascacielos organiza una espléndida carrera cada primer domingo de noviembre, un espectáculo fantástico. Pero, sobre todo, se hablará de Nueva York, porque New York es New York.

1 comentario:

Carlos Jiménez dijo...

Muy acertada tu nota sobre el maratón de NY!. Agregamos tu blog a nuestro directorio de blogs de maratones y carreras de calle en http://www.soymaratonista.com/198/blogs-de-corredores. sdos, Carlos