miércoles, 15 de diciembre de 2010

UN REY BRITANICO EN LA CAVA



Por Germán Leza
LA NACION

"Mi madre siempre fue una mujer muy trabajadora", cuenta Daley Thompson sobre la mujer escocesa de quien heredó su férrea disciplina. Su padre, un inmigrante nigeriano, chofer de taxis, aportó su físico. Fue una combinación fantástica para que Daley se convirtiera en un protagonista excluyente del decatlón y del atletismo en la década del 80. Fue medalla de oro en los Juegos de Moscú 1980, bloqueo de Estados Unidos mediante. Después, a los que no pudo vencer en Rusia los derrotó en Los Angeles 1984 (con bloqueo de la ex Unión Soviética) y se alzó otra vez con la presea dorada.
Su duro carácter a la hora de entrenarse y sus severos conceptos en relación con el doping (cree en la penalidad de por vida) contrastan con su amabilidad y carisma. Thompson fue una figura estelar en la década de Margaret Thatcher en Gran Bretaña. Tal es así que cuenta con otro curioso "récord": en 1984 se convirtió en el primer deportista en ceder su nombre para un videojuego. "Ahora saldrá la versión para iPod", advierte, entusiasmado. Además, desde 2000, Daley recorre el mundo junto a la Fundación Laureus con el objetivo de apoyar y promover el deporte como herramienta de cambio social.
Esta vez fue el turno de la Argentina, donde visitó la villa La Cava, en San Isidro, junto a Hugo Porta, la garrochista Alejandra García y la ex Leona Cecilia Rognoni. Thompson esperaba encontrarse con otro país: "Cuando pensaba en Argentina creía que era como Europa. Pero hay algunas partes muy pobres. Me sorprendió. Más allá de eso, todos los chicos con los que estuvimos ayer y con los que jugamos están muy contentos".

-¿Cuál es el mensaje que llevan?

-Intentamos darles energía a los voluntarios. Ellos son la gente que importa. Intentamos hacerles notar lo importantes que son, el buen trabajo que hacen.

-¿Qué cree que cambió en el atletismo en comparación con la época en que usted competía?

-Los de hoy son grandes atletas. Cada año son más rápidos, grandes y fuertes. Su rendimiento es cada vez mejor. El único tema hoy es que hay pocos que sonríen cuando compiten. Pareciera que no lo disfrutan. Yo lo hice porque lo amé.

-¿Cree que hoy es más competitivo que antes?

-No creo. Sí creo que ahora hay más negocio que deporte.

-¿Ahora hay más doping?

-Creo que en mi época había mucho más doping, porque en el bloque de los países del Este el Estado sponsoreaba a los atletas y los empujaba más al doping. En Inglaterra quizás había decenas de personas con doping, en Estados Unidos cientos, pero en países como Rusia y Alemania Oriental había miles.

-Usted fue muy duro con el velocista Justin Gatlin. Tras un control que le dio positivo, dijo que debería ser penado de por vida.

-Si hacés trampa, tendrás que ser penado de por vida. Si sos blando una vez, lo harás de vuelta. Si la gente quiere competir, tiene que saber que hay reglas, y deben ser rígidas. Hay niños que toman el ejemplo de los deportistas, que miran a Ben Johnson, a Justin Gatlin. Si son felices por ganar dinero, deben estar preparados para pagar el precio.

-El atleta Michael Johnson criticó sus comentarios y dijo que usted no reaccionó igual cuando le dio positivo a su amigo Linford Christie.

-Puede decir lo que quiera. Pero no creo que se le deba permitir correr nuevamente a Linford Christie. Y Linford Christie es mi amigo.

-¿Volvió a hablar con Christie después?

-Hablé con él muchas veces después de su caso de doping. Pero no sobre las drogas. El hizo su elección; ¿quién soy yo para decirle qué hacer?

-¿Cuáles son sus expectativas para los Juegos de Londres 2012?

-Espero que sean los mejores Juegos Olímpicos de la historia. El estadio está casi terminado y la gente está muy entusiasmada en Gran Bretaña. No creo que sea tan grande como Pekín, pero creo que será más personal. La gente se involucrará mucho más. Todos asistirán a festivales, a fiestas, y pasarán un buen momento.

-Leí que usted dijo que tiene que ser primero en todo, desde tomar el colectivo hasta terminar el almuerzo. ¿Sigue pensando igual?

-(Se ríe) Estoy más tranquilo. Aunque todavía me gusta ganar.

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