sábado, 23 de julio de 2011

SENTIRSE UNO MISMO


Óscar Fornet EL MUNDO.ES

Recién cumplidos los 26, Michael Phelps ya responde a preguntas acerca de su retirada, próxima ya, la última meta en Londres 2012. Tres años después de escribir su leyenda en un Cubo de Agua de Pekín, el nadador de Baltimore se encuentra de nuevo en China, ahora en Shanghai, para comprobar si aún le quedan ganas de seguir acumulando metales, de seguir completando virajes, disparado el ácido láctico, en busca de otra pared, un bucle eterno en 50 metros.
Phelps se encuentra en ese proceso de metamorfosis, como cualquier anfibio que con el tiempo transforma en pulmonar su respiración branquial de serie, pero ni mucho menos da por concluida su vida acuática. El 'bong' de marihuana y las derrotas posteriores en estos tres últimos años -la más dolorosa ante Paul Biedermann en los 200 m. libre de los Mundiales de Roma 2009- dejaron la sensación de que el chico necesitaba divertirse, disfrutar de la vida afuera del agua. Nunca se le visto perdido, desorientado, incapaz de asimilar y adaptarse a su nueva condición de héroe nacional.
Pero el curso anterior, el de 2010, sin JJOO ni Mundial, quizás fue demasiado lejos. Pasó casi más tiempo jugando al golf que sumergido en la piscina, a la que dejó varias veces plantada. A ella y a Bob Bowman, mucho más que su entrenador de toda la vida, tutor y técnico de un chico que creció alejado de su padre. La relación profesional entre ambos quedó amenazada por la indiferencia del campeón, reconocen ambos, hoy de nuevo hombro con hombro y una sonrisa en los labios, tras seis meses de duro trabajo en los que Phelps ha progresado rápido.
"Lo que haga dentro o fuera de la piscina es responsabilidad sólo mía. He aprendido esto en los dos últimos años, y no ha sido divertido", admite en la rueda de prensa previa al inicio de un Mundial para el que ha preparado los 200 m. libre, los 100 m. y 200 m. mariposa y los 200 m. estilos, además de formar parte de los tres equipos de relevos. "Un programa pequeño", interviene irónico Bowman. Para completarlo con éxito, Phelps consideraba necesario ese salto de madurez. "Ahora soy yo quien se hace cargo de mis acciones y de decidir lo que quiero en vez de esperar a que Bob me retuerza el brazo y me tire a la piscina todos los días", añade. "Es gracioso como funciona esto. Si te entrenas, nadas bien".
Este ataque de responsabilidad, este proceso de transformación en un adulto, quizás llegue demasiado tarde para deslumbrar estos días en Shanghai. "La pregunta es cuánto tiempo se necesita ahora para recuperar la parte física", reflexiona Bowman. "Michael se ha entrenado de manera excelente en los últimos seis meses, pero no sabemos cómo acabará esto".
Sí se sabe cómo empezará. Será el domingo en el relevo 4x100 libre, de nuevo Pekín en la memoria, aquel milagro obrado por Jason Lezak para reducir la enorme distancia con que el francés Alain Bernard partió en la última posta y que permitió finalmente a Phelps completar su colección de ocho oros olímpicos en una misma cita.
Lo del martes pinta más serio. Si bien la rivalidad con los velocistas franceses enciende como pocas la mecha de su tremendo orgullo, el duelo con Biedermann y con su compatriota Ryan Lochte -probablemente el segundo mejor nadador del planeta-, esta vez con los torsos desnudos y sin poliuretano -material que favoreció la rebaja de 43 récords del mundo en Roma 2009, entre ellos el de Biedermann en los 200 m. libre, hasta entonces en poder de Phelps- se presenta como uno de las pruebas más atractivas del calendario. También la de 100 m. mariposa, un clásico ya frente a Milorad Cavic, esta vez sin Rafa Muñoz -apagado, melancólico y apartado del equipo español- como segunda amenaza.
"Odio perder", repite Phelps cada vez que le recuerdan una derrota. "Biedermann me controló bien en 2009, así que será divertido. De nuevo me siento yo mismo, feliz y excitado por estar de nuevo cerca de la piscina". No tanto como para atreverse con los 100 m. libre frente a los grandes 'sprinters' del momento. Habrá que esperar a Londres, probablemente, para ver al mejor nadador de la Historia en la prueba reina, al menos para el espectador. Así debería escribirse el epílogo, la apoteosis deportiva del 'fenómeno' de Baltimore.


Programa semifinales y finales
Domingo, 24 (12.00 horas en España):

100 m. Mariposa (F) SF
400 m. Libre (M)
200 m. Estilos (F) SF
50 m. Mariposa (M) SF
400 m. Libre (F)
100 m. Braza (M) SF
4x100 m. Libre (F)
4x100 m. Libre (M)

Lunes, 25 (12.00 horas en España):

100 m. Mariposa (F)
100 m. Espalda (M) SF
100 m. Braza (F) SF
50 m. Mariposa (M)
100 m. Espalda (F) SF
200 m. Libre (M) SF
200 m. Estilos (F)
100 m. Braza (M)

Martes, 26 (12.00 horas en España):

200 m. Libre (M)
100 m. Espalda (F)
50 m. Braza (M) SF
1.500 m. Libre (W)
100 m. Espalda (M)
200 m. Libre (F) SF
200 m. Mariposa (M) SF
100 m. Braza (F)

Miércoles, 27 (12.00 horas en España):

100 m. Libre (M) SF
50 m. Espalda (F) SF
200 m. Mariposa (M)
200 m. Libre (F)
800 m. Libre (M)
200 m. Mariposa (F) SF
200 m. Estilos M SF
50 m. Braza (M)

Jueves, 28 (12.00 horas en España):

100 m. Libre (F) SF
200 m. Estilos (M)
200 m. Braza (F) SF
100 m. Libre (M)
200 m. Mariposa (F)
200 m. Braza (M) SF
50 m. Espalda (F)
200 m. Espalda (M) SF
4x200 m. Libre (F)

Viernes, 29 (12.00 horas en España):

100 m. Libre (F)
200 m. Espalda (M)
50 m. Mariposa (F) SF
50 m. Libre (M) SF
200 m. Braza (F)
100 m. Mariposa (M) SF
200 m. Espalda (F) SF
200 m. Braza (M)
4x200 m. Libre (M)

Sábado, 30 (12.00 horas en España):

50 m. Mariposa (F)
50 m. Libre (M)
50 m. Braza (F) SF
200 m. Espalda (F)
100 m. Mariposa (M)
50 m. Libre (F) SF
50 m. Espalda (M) SF
800 m. Libre (F)
4x100 m. Estilos (F)

Domingo, 31 (12.00 horas en España):

50 m. Braza (F)
400 m. Estilos (M)
50 m. Libre (F)
50 m. Espalda (M)
1.500 m. Libre (M)
400 m. Estilos (F)
4x100 m. Estilos (M)

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