Alberto Calleja
AS.com
Sintiéndose madre y volviendo a sentirse atleta. Así está Marta Domínguez, que sigue en Palencia recuperando las sensaciones que la convirtieron en la mejor deportista española y en cuyo calendario continúan en rojo las fechas de la disputa de los próximos Juegos de Londres 2012.
A los cuidados de su pequeño Javier, la gran alegría de un año para olvidar, ha unido recientemente una más: la del regreso al hogar tras sesiones de 40 o 50 minutos de carrera acumulando fondo para recordarle al cuerpo las sensaciones previas a la maternidad.
Y a eso dedica toda su vida. Tras la explosión de la Operación Galgo y exculpada del delito de tráfico de sustancias dopantes, la palentina agradece los premios de las diferentes instituciones, pero no está acudiendo a recogerlos. La semana pasada envió a su hermano Agustín a recibir el de la Cámara de Comercio y este verano tampoco acudió personalmente al entregado por los organizadores del Descenso del Pisuerga en Alar.
Marta aún no tiene perfilado calendario alguno. Sabe que tiene abiertas de par en par las puertas de su cross, el de Venta de Baños que se disputará el 18 de diciembre, pero aún no ha concertado cita alguna con su representante José Alonso Valero. Todavía es pronto y hasta que no se sienta preparada no dará paso alguno.
Sí es cierto que ahora es más difícil ver a Marta por Palencia, pero también que antes no era madre. Ahora es atleta y mamá. Y a eso dedica todo su tiempo. Poco más quiere saber.
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