domingo, 15 de abril de 2012

DANIEL GARCÍA PULVERIZA EL RÉCORD DEL CROSS DE BOMBEROS MONTES DE MÁLAGA


SUR.es | MÁLAGA

"El cambio de última hora en el trazado me ha pillado a contrapié, pero he conseguido batir el record que era mi objetivo". Daniel García exultante de alegría, por segundo año consecutivo, rompía la cinta a su llegada a meta, y con ella la anterior marca del Cross Nacional de bomberos Montes de Málaga 'Memorial Isidoro Gallego', rebajada en más de minuto. Se llevaba de este modo la 'Cucaña', premio concedido únicamente al privilegiado batir la plusmarca de la carrera.
Con un tiempo de 41:39 el bombero malagueño del Club de Triatlón de Alhaurín, firmaba una gesta deportiva en toda regla, que no pudo impedir el cambio de sentido en el circuito, terminando con tres kilómetros de subida con desniveles de hasta el 35%. Una circunstancia que, sin duda, no le benefició. Ni a él, ni a los 223 restantes corredores de toda Andalucía, que tenían la cabeza y las piernas hechas al trazado tradicional. El murmullo en el pelotón era enorme cuando desde el megáfono se anunciaba el cambio de última hora, y no era para menos. No es lo mismo empezar bajando, subir, y terminar bajando, que lo contrario, es decir, acabar subiendo después de haberlo dado todo en la bajada. Los deportistas tuvieron que saltar literalmente las cadenas del camino. Pero no fue el único obstáculo que tuvo que sortear el VI Cross. La Administración gestora del Parque Natural impuso al ultimísima hora una serie de trabas administrativas que obligaron a realizar modificaciones en el trazado ya que se ponía en riesgo la integridad física de los corredores. El resultado, recorte de más de un kilómetro en el recorrido, por causas ajenas a la organización de la Asociación Deportiva Cultural 'el Escalín', del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga, que ve como esta prueba corre serio peligro de extinción.
La de ayer fue una mañana más que fría en el Parque Natural Montes de Málaga. Apenas 5 grados, a primera hora, viento racheado, y alguna que otra granizada, aunque leve, no ayudaron precisamente a entrar en calor a los participantes. De eso se encargaría el trazado que comenzaba, en el Mirador del Palomar, con 4 kilómetros de subida sin cuartel. El resuello, y algún que otro quejido, rompían el silencio en Las Contadoras, para dar paso a otros 4 kilómetros descendentes que los atletas afrontaron a tumba abierta. A ritmo de 2:50 el km- eso es muy rápido- bajaba la cabeza de carrera, que se despegaba cada vez más del resto de corredores. Los cuadriceps, soportando todo el peso de cuerpo de manera violenta a cada zancada, se sobrecargaban poco a poco, mientras iban pasando las cartelas informativas.6,7,8…y llegaba la mala noticia. Acabar subiendo los tres kilómetros que distaban de la meta situada en el Lagar de Torrijos.
Les tocaría hacer su trabajo a gemelos y soleos, arañando metros de terreno y dando bocados por el cansancio, hasta subir las interminables rampas en un paisaje inmejorable.
Rubén Bravo del Club de Atletismo de San Pedro fue segundo con 42:10, y Javier Salcedo del mítico Club de Nerja, entraría en tercer lugar un minuto y ocho segundos más tarde. En la categoría femenina, Aurora López Buque, se impuso con un tiempo de 52:58, por delante de María Romero con, 53:47 y de Carmen Flores Navarro que llegó en una más que meritoria tercera posición con un tiempo de 58:32.
Mientras tanto, los chavales se divertían iniciándose a la orientación en el Área Recreativa del Lagar. Sus padres y acompañantes reponían líquidos y fuerzas gracias a platos tan típicos, como las migas, el lomo en manteca, muy apropiado en este entorno, o un clásico como la tortilla de patatas.
Llegaría el momento de la entrega de premios con la presencia del Concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade, el Coordinador de esta área, José Fernández Gómez, y el Inspector jefe del Real Cuerpo, José Cruz. Hubo menciones especiales para el incansable triatleta de 60 años, Enrique Bravo, ganador de cinco ediciones en su categoría, y para las viudas de los excompañeros, Antonio Palomera e Isidoro Gallego, cuya larga figura es siempre recordada en la carrera que lleva su nombre.
La Panda de Verdiales de Santa Catalina se encargó un año más, de poner el hilo musical a una jornada algo deslucida por la climatología, que sin embargo, permitió su celebración, aunque con alguna que otra carrera para ponerse a cubierto. Chaparrones, sucedían a ventoleras, en un día desapacible en el que se agradecían como nunca los rayos del sol.
En esta edición, han participado bomberos y corredores de toda la provincia y del resto de capitales andaluzas que quieren tener esta cita como una de las fijas en el calendario atlético malagueño. El tiempo, lo dirá.

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