domingo, 22 de julio de 2012

MARK SPITZ APUESTA POR LA CONTINUIDAD DE PHELPS DESPUÉS DE LONDRES


Verónica Sardón (Dpa)


Mark Spitz, leyenda de la natación, confía en Michael Phelps, el hombre al que muchos consideran su sucesor, aunque sólo hasta cierto punto: por un lado z cree que a Phelps le va a ir bien en Londres 2012; pero, por el otro, no piensa que vayan a ser sus últimos Juegos.
"Phelps sería el hombre a batir aunque nadaran en abrigo de piel", dijo Spitz durante una entrevista telefónica con la agencia dpa, para la que escribirá columnas exclusivas durante los Juegos Olímpicos, tal como lo hizo ya hace cuatro años en Pekín 2008.
Spitz le restó peso al duelo de Phelps con Ryan Lochte en Londres. "Eso es para la televisión", señaló Spitz. "No soy de apostar, pero si tuviera que hacerlo yo apostaría por Michael Phelps".
El legendario ex nadador ganó siete oros en Múnich 1972, una hazaña sólo superada cuando Phelps logró ocho en Pekín 2008 que se sumaron a los seis que obtuvo en Atenas 2004. Pero no hay envidias.
"Aunque hubiera ido a Pekín y hubiera ganado seis medallas de oro, no ocho, todavía sería sin ninguna duda el nadador olímpico más destacado, por la cantidad de medallas que ha logrado y por el número de oros", apuntó Spitz. La leyenda olímpica describe a Lochte como una "dama de honor" de Phelps, pero le da crédito, a él y a "otros Ryan Lochtes", por haber hecho de Phelps "el gran nadador que es".
"Si no hubiera grandes deportistas empujando a alguien como Michael Phelps habría estado nadando solo en una exhibición", señaló Spitz. La prueba de 200 metros estilos, en la que Phelps chocará con el dueño del record del mundo, Lochte, le genera especial interés. Sin embargo, Spitz cree que la clave de la competición olímpica de natación no va a estar ahí.
"La carrera que creo que va a ser la realmente interesante es la primera de los Juegos Olímpicos en la competición de hombres, que es el 400 metros estilos", apuntó.
"Phelps va a estar fresco, Lochte va a estar fresco, y desde ahí se va a desencadenar todo un efecto dominó para lo que suceda con esos dos hombres. Si gana Lochte, entonces Lochte va a ganar muchas medallas de oro. Si gana Phelps, entonces Phelps va a ganar muchas medallas de oro". Phelps ya dejó claro que tiene previsto retirarse de la natación después de Londres 2012, pero Spitz no termina de creerle.
"Sólo tiene 27 años, y sigue teniendo mucha capacidad física. Así que incluso a los 31, en los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Rio en 2016, no descartaría que se mantenga en activo pero básicamente se quite presión diciendo, 'bueno, no estoy haciendo nada'", dijo a dpa Spitz.
No ve a Phelps yendo a la universidad, por ejemplo, y habla por experiencia cuando dice que los acuerdos con empresas y otras oportunidades de negocio de un atleta de élite "no duran para siempre". Por eso, Spitz "pondría en más de un 50-50 las posibilidades" de un retorno olímpico de Phelps, diga lo que diga ahora, aunque sea sólo para competir en una prueba o dos.

Spitz, que tiene 62 años y todavía disfruta nadar "a veces", se retiró a los 22 años, pero sólo porque las reglas vigentes entonces lo obligaron a ello. "No podías ganar un centavo, y yo necesitaba pagar mis estudios de dentista", apunta. "Tuve que aceptar un par de las enormes ofertas de dinero que tuve".
"Si las reglas hubieran sido distintas entonces, como lo son ahora, obviamente habría competido por lo menos en unos Juegos Olímpicos más. Mis sponsors lo habrían querido. Pero eso no era una opción para mí entonces".
Décadas después, encara su columna con dpa como una herramienta para ayudar a otros a entender la natación y los Juegos Olímpicos "un poco más desde adentro, desde un punto de vista personal, de alguien que ha estado ahí".

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