lunes, 24 de diciembre de 2012

"AL 2013 LE PEDIMOS MÁS MEDALLAS Y MENOS LÍOS"

Alberto Martínez
As.com

El deporte acuático se despide de un 2012 contradictorio y recibe el 2013 con la ilusión del Mundial de Barcelona, que se celebrará del 19 de julio al 4 de agosto. Atrás ha quedado el exitoso año olímpico, con cinco medallas (Mireia Belmonte, la Selección femenina de waterpolo y el equipo de sincronizada) y tres diplomas, el mejor botín de todas las federaciones y de la historia de la natación española. Medallas, algunas de ellas, que no se han podido saborear por el caso Tarrés, la incertidumbre sobre el futuro de Mireia y otros líos que han mantenido a este deporte en las portadas, pero esta vez por sus escándalos. Es por eso que sus deportistas les desean felices fiestas a todos los lectores de AS y brindan por un 2013 "con más medallas y menos líos".
Toda la preparación gira alrededor del Mundial. La sincronizada será la competición estrella de la primera semana, en la que Esther Jaumà, la sucesora de Tarrés, se enfrenta al reto de mantenerse en el podio. Andrea Fuentes, que competirá en siete pruebas, considera que "para nosotros van a ser nuestros mejores Mundiales porque competir en casa hace mucha ilusión". Ona Carbonell, su compañera de dúo, aspira a "conseguir siete medallas en el Palau Sant Jordi. No sólo Rusia y China serán rivales, también crecerán nuevos equipos". La sincro deja atrás la etapa anterior y se centra en el futuro. "Hay que aprender cosas nuevas y no olvidar lo bueno que nos aportó el anterior cuadro técnico", recordó Fuentes.
A la exitosa sincro se le ha añadido con fuerza el waterpolo femenino, equipo que brilló en Londres y que ahora espera repetir éxitos en Barcelona. "Sabemos que el reto es difícil porque las rivales ya nos conocen y nos temen. En los Juegos fuimos la sorpresa. Tampoco queremos presionarnos", asegura Laura Ester, la portera del equipo. El conjunto de Miki Oca ha relegado al equipo masculino, antaño el buque insignia de la Federación y ahora alejado de los podios. "Sabemos que tendremos que ir a por todas. Tiene que ser nuestro torneo, disfrutarlo y quitarnos la espina de los Juegos", opina Felipe Perrone.
La última semana la natación cobra protagonismo. Con la incógnita sobre el futuro de Mireia, Melanie Costa, campeona del mundo de piscina corta en 400 libre, coge el testigo. "El Mundial es nuestra ilusión, pero hay que ir poco a poco, superando etapas y sin obsesionarse. Nos esperan unos duros Nacionales, primero". Costa comparte protagonismo con Erika Villaecija, quien ya compitió en 2003 en el anterior Mundial de Barcelona. Su caso es particular. Al margen de nadar en el Sant Jordi y buscar "la final" en el 800 libre, aspira a lo máximo en aguas abiertas. "El circuito es en el Puerto de Barcelona. La temperatura del agua es buena, conozco el recorrido y tengo la ilusión de nadar en mi casa", comenta.
Junto a los saltos ordinarios y los de gran altura (nueva disciplina), estas modalidades bañarán Barcelona de agua, competición y medallas.

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