miércoles, 7 de marzo de 2018

ROGER BANNISTER, LA MUERTE DE UN MITO


ÁNGEL CRUZ
AS.com

La barrera de los cuatro minutos en la milla está ahora al alcance de muchos atletas y, de hecho, en 2017 la rompieron 69 atletas, encabezados por el keniano Ronald Kwemoi. Pero en los años cincuenta era casi un imposible, el objetivo de los mediofondistas de élite. El muro contra el que se estrellaban los mejores hasta que llegó Roger Bannister, el hombre que falleció ayer y que es una leyenda del atletismo.
Correr por debajo de los cuatro minutos se había convertido en una obsesión, como en una obsesión se convirtió en los años sesenta romper el muro de los diez segundos en los 100 metros, o en los ochenta volar por encima de los 2,40 metros en altura o de los seis en pértiga, o en los noventa aterrizar más allá de los nueve metros en salto de longitud, objetivo aún no conseguido y que cualquiera sabe cuándo se alcanzará.
Y el elegido para la gloria, en el caso de la milla (1.609,344 metros, exactamente), fue un estudiante de Medicina en la Universidad de Oxford, de 25 años, llamado Roger Bannister, que el 6 de mayo de 1954, hace ahora seis décadas, rompió la barrera contra la que se habían estrellado todos los grandes, él incluido.
Bannister pertenece a la leyenda del atletismo por haber quebrado esos cuatro minutos y no por su cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 ni por su título europeo en Berna 1954, el mismo año de su proeza. Es uno de esos grandes corredores que, por ejemplo, jamás logró una medalla olímpica.
Aquel 6 de mayo de 1954, a las seis de la tarde, Bannister contó con la ayuda, como liebres, de sus amigos y compañeros de Oxford Chris Chataway y Chris Brasher. El escenario era el estadio Iffley Road, con pista de tierra y gradas de madera.
Bannister terminó en un tiempo de 3:59.4. El objetivo se había cumplido. Era un momento histórico para el atletismo. Y es que la milla, que no es una distancia olímpica, tiene una larguísima tradición en el mundo anglosajón, exportada después al resto de países.
Las primeras noticias que se tienen de la milla datan de la primera mitad del siglo XIX, pero la primera carrera relativamente documentada se corrió el 19 de agosto de 1885 en Manchester, en una pista de hierba de 595,27 metros. Los datos los recoge el periodista y estadístico italiano Roberto L. Quercetani en uno de sus libros magistrales, Historia del Atletismo Mundial, 1860-1991. Se jugaba el título de Campeón de la Milla de Inglaterra. Era una carrera profesional, como muchas otras, con fortísimas apuestas. Venció William Lang, apodado Cazador de Cuervos, que batió a Williams Richards, que no era inglés, sino galés. Se hizo un tiempo de cuatro minutos, 17 segundos y un cuarto.
Viene esto a cuento para que nos podamos hacer una idea de que la milla está en las raíces del atletismo y en cierto modo, es madre de otras distancias. Así, durante mucho tiempo no se hablaba de los 800 metros, sino de la media milla, ni de los 400, sino del cuarto de milla.
Y volvemos a aquel 1954. Oxford era uno de los centros atléticos mundiales. Cuna de la mejor tradición deportiva anglosajona. Cientos de deportistas que han estudiado en las aulas de Oxford han competido en los Juegos Olímpicos, defendiendo no sólo a Gran Bretaña, sino a otros países, porque este centro siempre ha atraído a estudiantes de élite de todo el mundo.
En atletismo, por ejemplo, ya hubo representantes de esta universidad en Atenas 1896, con Grantley T.S. Goulding medallista de plata en 110 metros vallas, en una época en que el atletismo era prácticamente inexistente en la mayoría de los países, España incluida.
Oxford suma casi una centena de representantes en atletismo en los Juegos con un total de veintisiete medallas: siete de oro, nueve de plata y once de bronce. De ellas, un total de nueve fueron para atletas extranjeros que estudiaban en las aulas de esta universidad mítica: cuatro para Sudafricanos, tres para estadounidenses y dos para neozelandeses.
Una comparación: frente a esas 27 medallas de los alumnos de Oxford, España ha conseguido en los Juegos sólo una catorce.
Los protagonistas fueron los corredores, pero hubo otras dos personas el día en que se rompió la barrera de los cuatro minutos en la milla que deben ser citadas:
Harold Abrahams: El que fuera campeón olímpico de 100 metros en los Juegos de París 1924 (reflejados brillantemente en la película británica Carros de Fuego, dirigida por Hugh Hudson e interpretada por Ben Cross) narró la carrera para la BBC, en la que trabajó durante mucho tiempo como periodista. Era hijo de un emigrante lituano y judío, que hizo fortuna en las Islas Británicas. Abrahams se licenció en Derecho por la Universidad de Cambridge, llegó a ser presidente de la AAA (la Federación Británica de Atletismo) y excelente estadístico. Murió en Enfield, a los 78 años, y su funeral sirve, precisamente, de arranque a Carros de Fuego.
Norris McWhirter: Fue el locutor de la pista de Iffley Road aquel 6 de mayo de 1954. Él pronunció las famosas frases, casi mágicas, que dieron cuenta del resultado de la competición: "Señoras y señores, este es el resultado de la novena prueba, la de la milla. Primero, número 41, R.G. Bannister, de la Asociación Atlética Amateur y antes de Exeter y Merton Colleges, de Oxford, con un tiempo que es un nuevo récord de la reunión y de la pista, y que -sujeto a la ratificación- será un nuevo récord para un nativo inglés, para Gran Bretaña, para las marcas hechas en suelo británico, récord europeo, del Imperio Británico y récord mundial. El tiempo ha sido de 3 ... ". Y el público estalló en voces de alegría que no dejaron escuchar la marca completa. Lo más importante era ese “tres”, que indicaba que el muro mítico había sido derribado.
McWhirter fue escritor, político y presentador de televisión. Tenía un hermano gemelo, Ross. Eran hijos del director del Sunday Pictorial y se formaron académicamente en el Marlbourgh College y el Trinity College de Oxford. Fundaron El Libro Guinness de los Récords, un best seller mundial. Ross fue asesinado por el IRA en 1975.

Desde aquel día en que Roger Bannister rompió la barrera de los cuatro minutos, el récord mundial de la milla se ha superado en 18 ocasiones. Estas:
3:59.4 Roger Bannister (GBr). Oxford, 6 de mayo de 1954
3:58.0 John Landy (Aus). Turku, 21 de junio de 1954
3:57.2 Derek Ibbotson (GBr). Londres, 19 de julio de 1957
3:54.5 Herb Elliott (Aus). Dublín, 6 de agosto de 1958
3:54.4 Peter Snell (NZl). Wanganui, 27 de enero de 1962
3:54.1 Peter Snell (NZl). Auckland, 17 de noviembre de 1964
3:53.6 Michel Jacy (Fra). Rennes, 9 de junio de 1965
3:51.3 Jim Ryun (Usa). Berkeley, 17 de julio de 1966
3:51.1 Jim Ryun (Usa). Bakersfield, 23 de junio de 1967
3:51.0 Filbert Bayi (Tan). Kingston, 17 de mayo de 1975
3:49.4 John Walker (NZl). Gotemburgo, 12 de agosto de 1975
3:49.0 Sebastian Coe (GBr). Oslo, 17 de julio de 1979
3:48.8 Steve Ovett (GBr). Oslo, 1 de julio de 1980
3:48.53 Sebastian Coe (GBr). Zúrich, 19 de agosto de 1981
3:48.40 Steve Ovett (GBr). Coblenza, 26 de agosto de 1981
3:47.33 Sebastian Coe (GBr). Bruselas, 28 de agosto de 1981
3:46.32 Steve Cram (GBr). Oslo, 27 de julio de 1985
3:44.39 Noureddine Morceli (Alg). Rieti, 5 de septiembre de 1993
3:43.13 Hicham El Guerrouj (Mar). Roma, 7 de julio de 1999

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